
La entrevista comenzó con un Xavi Bosch tirando "la primera en la frente", aunque con paradiña. El periodista le suelta "¿Porque no lo deja... ahora que este año ha ido tan bien? Quizá sería un buen momento". Rosell, como es normal se sorprende, pero entiende el guiño a todos sus opositores, que son muchos, y responde con (falsa) modestia "Probablemente porque no soy suficientemente inteligente". Ambos han estado bien, para empezar. Bosch y Rosell ya se han visto las caras en varias ocasiones, en Tv y radio y el presidente del Barça ya sabe que con Bosch las cosas nunca son fáciles, porque pregunta de forma directa, sin temores ni rodeos, como hacen los buenos periodistas. Las preguntas se suceden y Rosell parece que se ha preparado a fondo cada una de las posibles preguntas, tiene una respuesta bien pensada (por su equipo de comunicación) para cada pregunta, lo que le suele dejar más o menos siempre en buen lugar. Durante buena parte de la entrevista, Rosell es un hombre que vende un mensaje moderado e institucional, seguro de sí mismo, contundente algunas veces pero siempre con un tono de voz tranquilo. Sin errores comunicacionales, aunque con algún matiz. Se tocan temas como la herencia Laporta, la teórica distancia entre él y Pep Guardiola, el error de las declaraciones de la "Porra Solidaria", la polémica con Mourinho y responde siempre bien, diciendo que "la herencia no es solo de Laporta, sinó de la idea de La Masia, que viene de mucho antes que Laporta", afirmando que no hay distancia ninguna entre él y Pep (aquí se sobra un poco pronosticando que "en noviembre aparacerá alguien diciendo que él y Pep se llevan fatal", lo cual es innecesario, por victimista, yo no le hubiese recomendado decirlo, la verdad). Reconoce claramente también el error de esa inoportuna porra solidaria y afirma que está "convencido de haber contestado 'a tiempo' las acusaciones vertidas al Barça por Mourinho". En mi opinión creo que quiso decir "en su momento adecuado", más que "a tiempo", pq las declaraciones fueron claramente mucho después de lo que algunos socios hubiesen deseado, pero su mensaje iba por que no quería desestabilizar a los equipos deportivos en plena competición con unas declaraciones que quizá no era el momento de hacerlas. Por tanto, yo le hubiese recomendado decir "En su momento", más que "a tiempo", pq a tiempo no llegaron, eso seguro.
En el siguiente bloque comenta algunas polémicas, como el posible fichaje de Cesc, del que dice que si el Arsenal no acepta los 30 millones "pues no vendrá", cosa sorprendente por la normalidad con lo que lo dice, aunque tampoco es mala táctica, si lo que se quiere es abaratar el fichaje y forzar (con un comentario sobre lo que hizo Mascherano) al jugador a implicarse más en su salida del club londinense. Luego trata el tema de las secciones, los recortes y suelta el presidente una retaíla de frases que empiezan por la frase "Ya me gustaría a mí..." como quejándose de la pésima herencia económica que dice haber recibido de la anterior junta (lo cual, tras escuchar una conferencia en Madrid de un profesor de ESADE, Joan Massons, pude confirmar que es cierto, si los datos aportados son exactos). Antes de tocar el tema Qatar, querría explicar que Rosell también habló al final de la entrevista sobre la acción de responsabilidad contra Laporta, de la cual no se arrepiente "porque es lo que han decidido los socios", sobre la distancia con Johan Cruyff (del que explica que intentó una reconciliación, aunque por sus palabras tampoco parece que vaya a ponerle ningún empeño en conseguir su amistad en el futuro) y defendió de nuevo la llamada "Grada Jove". Otro error, pequeño, pero que podría haberse ahorrado, es la frase sobre Messi. Bosch le pregunta porqué el crack aún no habla catalán, y el presidente responde "bueno, no es importante, yo también tengo este problema, él no habla bien, y yo tampoco". Hombre, esto de que el mejor jugador del mundo "no habla bien", te lo podrías haber ahorrado Sandro, es un poco despectivo y por chorraditas así se ha enfadado más de uno. Hizo el presidente un par de intervenciones similares más, durante toda la entrevista, aunque de menor nivel, aportaciones propias por encima del discurso que ya llevaba preparado y que no fueron, en mi opinión, demasiado acertadas, por ser demasiado informales y porque podían llevar a confusión. Nada grave, pero ahorrable comunicacionalmente.

El asombro de Xavier Bosch se vio reflejado en su rostro cuando Rosell dijo las barbaridades que dijo sobre Qatar, aunque a mí, como periodista, no me hubiese desagradado que lo dijera, porque esto da a tu entrevista una relevancia que, de otra manera, no tenía, porque hasta entonces, como ya he dicho, el entrevistado podría haberse ido contento a casa. Resumiendo, si fuera un periodista deportivo, ahora titularía "El aspirante se noqueó a sí mismo" o incluso me acordaría de ese "Trata de arrancarlo, Carlos" de Luis Moya a Carlos Sainz, cuando se quedaron a 500 metros de ganar el 3er título mundial. No se puede tirar a la basura el trabajo comunicacional de esta forma.